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La tensión arterial baja, también conocida como hipotensión, puede ser causada por una variedad de factores. Algunas de las posibles razones incluyen:
Desidratación: La falta de líquidos en el cuerpo puede reducir el volumen sanguíneo, lo que a su vez disminuye la presión arterial.
Pérdida de sangre: Hemorragias internas o externas importantes pueden llevar a una disminución del volumen sanguíneo y, por ende, a la hipotensión.
Problemas cardíacos: Algunas enfermedades cardíacas pueden llevar a una disminución de la fuerza con la que el corazón bombea la sangre, lo que resulta en una presión arterial baja.
Problemas endocrinos: Las glándulas endocrinas, como la glándula tiroides o las suprarrenales, juegan un papel importante en la regulación de la presión arterial. Desórdenes en estas glándulas pueden causar hipotensión.
Insuficiencia suprarrenal (insuficiencia adrenal): Cuando las glándulas suprarrenales no producen suficientes hormonas, puede ocurrir hipotensión.
Septicemia: Una infección grave en el cuerpo puede llevar a una respuesta inflamatoria generalizada que afecta la presión arterial.
Trastornos neurológicos: Lesiones en la médula espinal, daño cerebral o trastornos del sistema nervioso autónomo pueden interferir con la regulación adecuada de la presión arterial.
Algunos medicamentos: Ciertos medicamentos, como los utilizados para tratar la hipertensión, los diuréticos, los antidepresivos, y algunos analgésicos, pueden causar hipotensión como efecto secundario.
Cambios posturales rápidos: Al levantarse rápidamente de una posición sentada o acostada, algunas personas pueden experimentar una caída temporal en la presión arterial, conocida como hipotensión ortostática.
Enfermedad de Parkinson: Esta enfermedad neurodegenerativa puede estar asociada con hipotensión.
Es importante señalar que la hipotensión ocasional no siempre es motivo de preocupación, especialmente si no va acompañada de síntomas significativos. Sin embargo, si experimentas mareos, desmayos, debilidad persistente u otros síntomas preocupantes, es recomendable consultar a un profesional de la salud para una evaluación adecuada y determinar la causa subyacente de la presión arterial baja.